Tras un potente desayuno y después de media hora de remolonear nos decidimos a afrontar los 12 kms. de subida que restaban, y para nuestra sorpresa subimos sin problemas adelantando al resto de ciclistas de nuestro albergue hasta llegar a la Cruz de Ferro.
500 metros más de subida y coronamos, obteniendo unas bonitas vistas de nuestro objetivo, Ponferrada, y la mejor bajada de todo el Camino. Una vez allí nos comimos unos 25 kg. de empanada y nos apalancamos unos escasos minutos, 120 para ser exactos.
Después de comer actualizamos nuestro querido y amado blog y continuamos hasta Cacabelos, donde el albergue estaba lleno y nos tocó dormir en el suelo y en la calle. Pero gracias a nuestro fuerte de sillas, mantas, tendederos y colchones logramos sobrevivir al frio de la noche y prepararnos para el infierno que nos esperaba el día siguiente.
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